PIRATERÍA

Posted: by http://deus-ex-machina.atspace.com/ in


Al menos desde el siglo xv, la propaganda estatal y la corporativa han empleado el término “piratería” para referirse a la apropiación y reventa de la propiedad privada. Más recientemente, la aplicación de este término se ha extendido a la reproducción y distribución ilegal de bienes intangibles, independientemente de que los “piratas” tengan o no afán de lucro. La campaña propagandística relacionada con la “piratería” en línea ha sido muy exitosa. Sin embargo, rara vez el análisis público incluye la valoración de la amenaza que representa para el conocimiento y la creatividad la limitación del área pública del conocimiento en manos de empresas multinacionales privadas. En nuestra definición de “piratería”, comenzaremos haciendo un recorrido a través de la historia legal y popular del término, desde el “pirata” marítimo, que asoló a los monopolios de comercio marítimo, hasta los actuales “piratas” digitales, que se dedican a la duplicación, la distribución o el empleo desautorizados de materiales patentados o protegidos por el derecho de autor. Luego analizaremos el uso actual del término por parte de la industria como herramienta fundamental en sus esfuerzos por penalizar el intercambio libre de información. Primero nos concentraremos en el concepto de “piratería” empleado en discusiones de materiales audiovisuales, software y otras formas de información digital. No obstante, queremos destacar desde el principio las conexiones entre la lucha por la penalización de la invasión de la “propiedad intelectual” en la arena del contenido digital y las acciones relacionadas que tienen lugar en otros sectores. La expansión mundial del sistema de la “propiedad intelectual” (en especial las patentes) tiene un ¬significativo impacto en el acceso al conocimiento esencial de la medicina, la biotecnología, la agricultura, la ciencia, etcétera. Por último, concluiremos resaltando algunos proyectos y vías alternativas utilizados por los activistas de la sociedad civil para salvaguardar el valor social del conocimiento.

By Sasha Costanza-Chock & Christine Schweidler